¿Qué hemos aprendido? ¿Qué podemos reflexionar?
Cogimos el yogur y tuvimos que vaciarlo entero encima de un folio, todo todo todo, no podía quedar nada dentro. ¡qué risas! ¡cómo olía la clase! aquello no parecía yogur....
Salía todo el yogur, por todo lados había yogur...
Cuánto más yogur sacábamos más risa nos daba...
Una vez que tuvimos todo el yogur fuera del recipiente, lo miramos....lo mirábamos y no nos decía nada el yogur....
Ahora viene lo mejor....ahora había que meter todo el yogur otra vez dentro del su recipiente...
No podíamos creerlo, cómo íbamos a meterlo...el recipiente lo teníamos todo aplastado...
¿Es posible meterlo?
Lo intentamos de todas las maneras, incluso hacíamos algo de trampa y nos lo comíamos para que desapareciera...
Pero volver a meterlo....eso era imposible....
¿Qué quiere decir todo esto?
Cuando nosotros le decimos algo a alguien, le gritamos o insultamos, aunque luego intentemos arreglarlo o pidamos perdón, nunca las cosas quedarán igual.
Tenemos que tener cuidado con lo que decimos y cómo les decimos las cosas a nuestros compañeros o profesores...podemos hacer mucho daño con nuestras palabras o con nuestras acciones.
Debemos pensar lo que hacemos antes de hacerlo.
Cuando hemos sacado todo el yogur nos hemos quedado muy a gusto pero luego no hemos podido volver a meterlo dentro...y lo que sentíamos era impotencia...no podíamos hacerlo.
Ahora lo mejor de todo ha sido cuando nos hemos puesto a jugar con el yogur por las mesas.
Metáfora muy acertada. Dicen que "el que sufre tiene memoria", así que mejor no poner a prueba esta frase.
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