La Condesa de Bureta fue una heroína de los sitios de Zaragoza, durante la Guerra de la Independencia.
En este Palacio de Bureta se puede encontrar la mayor documentación y testimonio sobre la Guerra de la Independencia, en archivos, documentos y un gran legado patrimonial.
Además, la Condesa de Bureta era prima del General Palafox, del cual también se encuentra gran testimonio en la casa-palacio, como su espada, su bastón o numerosas cartas.
Mientras hacíamos el recorrido por la casa nos iban explicando todas las dependencias, con sus cuadros y sus fascinantes historias, como que en una de ellas vive el fantasma Damián. Aprendimos también otras técnicas de expresión artística, como la litografía o la escultura en alabastro.
Las escaleras eran grandes, altas y muy anchas, agotaba el subirlas....a mitad de trayecto había descansillos para poder tomar aire.
Pudimos ver una gran libro de 1800 aproximadamente que recoge todas las plantas y flores que había en la zona, con unos dibujos casi perfectos que parecen fotografías, o una joya de mapa de 1600, que sólo existen 8 en todo el mundo.
Las habitaciones eran muy curiosas y, sobretodo, muy diferentes a las nuestras, con camas muy altas, sillas muy bajitas y grandes armarios.
Conservan un piano de la época, cuyas piezas están hechas de marfil.
El salón de caballeros fue uno de los que más llamo nuestra atención, pudimos ver allí todas las sillas y cuadros decorados con la corona de los condeses, que tiene 18 puntas y decorada con piedras preciosas y la espada del General Palafox hecha con brillantes.
Tenían sillas muy graciosas para mantener conversaciones y sillones muy cómodos.
El suelo era diferente en todas las estancias, pero nos hacía mucha gracia pensar que por allí habían caminado personas hacía 250 ó 300 años.
Fue una visita estupenda y muy gratificante, nos felicitaron por el interés que mostramos y la buena disposición a aprender cosas.
Nos interesó mucho el modo de clasificación de todos los documentos que allí tienen, así como su conservación.
Nosotros decimos formar parte de esta historia de los Condes de Bureta, así que llevamos todo el trabajo que habíamos realizado y lo donamos a los archivos del palacio, y quedaron firmados y registrados junto con grandes documentos históricos. Igual dentro de otros 250 años, nuestros dibujos y trabajos quedan allí expuestos junto a cartas y firmas históricas.
Al final en sus terrenos nos tomamos un helado de leche riquísimo y fuimos a dar un paseo por el pueblo para visitar a la abuela de Marco, Conchita, que nos regaló una bolsa de magdalenas, unas gominolas y unos barquillos, que hemos guardado para la fiesta de sombreros de mañana.
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